José Frutos, un salamantino nacido en las Arribes de Duero, un 27 de enero de la década del 60... (¿Lo dejamos ahí?) Desde su tierna infancia ha escrito poemas, al principio eran una especie dedicatorias, himnos, humoradas para los amigos, la típica pandilla adolescente. Luego llegarían los románticos para los amores. Reconoce no haber publicado ninguno, fuera de lo que no sea blogs y foros de lectura y para escritores.
Hoy Pepe, sigue su camino literario expresándose con la libertad de su saber decir, en pos de aquello que él quiere. Casi siempre compone para la persona que colma sus afectos, que le conquista e invade su alma. Le gusta leer y por supuesto, escribir. Ve poca televisión, poco cine, aunque pasa mucho con la radio. Sin creencias religiosas, con una fuerte tendencia a no comulgar con el clero. Se considera de izquierda, pero tolerante un tanto gruñón, nada homófobo ni racista. Simpático y con un sentido del humor rozando lo irónico, con cierto sarcasmo muchas veces incomprendido.
Está divorciado una vez y media... ¿? Aunque en el presente, está inmerso en una historia intensa que lo tiene embelesado. Se desempeña como una especie de control en construcciones de todo tipo, para que las cosas sean hechas correctamente... es decir, ¿una especie de Don Quijote del Building? ¡Creo que los molinos de viento tienen menos riesgos!
Bueno, en síntesis este poeta inquieto, romántico y agudo, es uno de nuestros invitados de febrero. Revista ZK 2.0, nos hace un recorrido por alguna de sus obras. ¿Vamos a conocerle?
Despacito...
Refugiado en la escritura
voy esperando el momento
de poder verte, criatura...
dar descanso al pensamiento.
Las palabras no me calman,
que te quiero ya conmigo,
que tus besos ya me llaman |
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como llama el pan al trigo.
¡Qué despacio pasa el tiempo
cuando lo mueven las ansias!
Reloj de agujas de hierro,
acelera, que me matas.
Para cuando estemos juntos
ve tranquilo si eso quieres.
Eterniza los segundos,
que en ese momento, no duele.
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