La película recuerda un poco a Love Actually, pero a pesar de ello, no es para desmerecer el trabajo que tiene. Las actuaciones están bien interpretadas y las historias son creíbles. Además, absolutamente todas las historias que aparecen tienen un vínculo que las une y las cruza y no es fácil (o eso creo) hacer que tantas historias se unan unas con otras.
Para los adictos a este género, la película no tiene desperdicio. Y para los que odiáis el día de San Valentín os recomendaría que la vieseis también porque puede que os haga cambiar de idea, o quizá os de ideas para que vuestro odio tenga una vía de salida sino productiva, al menos sí ociosa. Feliz día de San Valentín.
Otras escenas de la película:






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