Ay, mi querida Argentina!
Porqué sos tan miserable?
Si fuiste curtida a sable
por próceres tan valientes,
que te dejaron simientes
de ejemplos tan admirables.
Y qué pueblo tan sufrido!
Fíjese que interesante,
porque hoy y también antes,
perdóneme el exabrupto.
Siempre los más corruptos
han sido sus gobernantes.
No hay ni moral ni justicia,
pero sí crimen rampante.
También hay robo flagrante
pero nuestra presidenta,
que nada pasa, aparenta,
pues ella es tan elegante.
|
Sólo una cosa les pido,
en mi canto emocionado.
Llévense cuanto han robado
y déjense de jorobar,
si no saben gobernar
den un paso p’al costado.
Pues, bien solo el buey se lame
y es mejor criarse guacho,
como un poste de lapacho,
que con toda esta gentuza
que menosprecia y te usa,
pa’ después tirarte al tacho! |